El miércoles pasado, arañando horas a los días de carnaval, aprovechamos para disfrazarnos de pintores y tratar de encarnar la figura de Dalí (con su bigote característico).
Esto no quiere decir que en los próximos días (aunque sea cuaresma) no volvamos a disfrazarnos o pintarnos las caras. En esta etapa estas actividades les encantan y debemos explotar su sentido lúdico y sus posibilidades educativas.
Pues como decía, el miércoles cogimos unas bolsas de basura, gomets, cartulina y papel de seda e hicimos unos simpáticos disfraces que paseamos por el centro. Hicimos : el babi, el gorrito, la paleta y el pincel.
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